La noche ya quedó atrás
el vértigo ya no existe
el mareo ha terminado
la claridad se resiste.
La vista fija en el techo
abandonado a mi suerte
el diablo está dando vueltas
jugando con su tridente.
El domingo es deprimente
siempre me pasa lo mismo
es como si de repente
me cayera en un abismo.
Los sentidos van perdiendo
esa extraña sutileza
creo que en cualquier momento
me va a estallar la cabeza.
Su cara está en todas partes
dibujada en las paredes
de pronto todo mi cuarto
tiene destellos de muerte
El diablo está dando vueltas
y me ha dejado este karma
mi mente ya no la quiere
porque se llevó mi alma
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